MEDITACIÓN PARA SOLTAR TUS CARGAS

Coloca una estera extendida sobre un prado verde o habitación, acuéstate de espalda, cierra los ojos, luego deja que tus brazos caigan suavemente, poco a poco abre las piernas, luego realiza un giro tres veces con ambos pies, respira profundamente dos veces, comienza a soltar todas las cargas que te has puesto, visiona que las estas recogiendo y con un acto enérgico imagina que las arrojas al fondo del mar. Repite: me quito las cargas y lanzo esas toxinas al mar, asumo mis responsabilidades, pero con equilibrio. Esta cuarentena no me convertirá en un asno, me identifico como un ser divino, hijo de Dios. Fui creado a imagen y semejanza del padre celestial. Comienzo a cultivar el amor por mí.

Respira de nuevo dos veces, visiona un árbol y el cambio de color de sus hojas durante la estación de otoño, observa su proceso, el árbol languidece y las hojas caen. Observa ese milagro de la naturaleza, ahora repite: comienzo a ser yo misma, soy una persona paciente, la cultivo ahora y siempre, porque es una gema que hace parte de mi tesoro. Soy paciente, soy paciente…

Silencia tu mente por unos segundos… luego repite: gracias a la paciencia me he percatado que estoy fluyendo, por esos desde estos momentos, fluiré, fluiré y fluiré. Respira profundamente una sola vez.

Silencia de nuevo tu mente… repite: sé que, a partir de este momento de pleno equilibrio, ocurrirán más milagros. El primero soy yo misma, por eso dejare que ocurran en mí. Dios me creo a imagen y semejanza de él y para agradecerle, continuare amando a mi prójimo como a mí mismo y dejando que los milagros ocurran.

Continua en esta posición por varios segundos. Ahora, levántate para recibir la cotidianidad sin cargas y optimismo.

Si quieres completar y realizar este ejercicio con audio, contáctame.

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